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LOS PROBLEMAS SOCIO-ECONÓMICOS, DE VIOLENCIA E INSEGURIDAD EN COLOMBIA, SOLO SE RESUELVEN CON UNA REVOLUCIÓN DE MAYORÍAS.                                                                                                                   

Para nadie es secreto que en el país hemos permanecido durante más de doscientos años (dos siglos) en crisis humanitaria socio-económica. Que tales dificultades provienen y se deben al equivocado Modelo de Administración de lo Público empleado por siempre en el país. Que perennemente nos han gobernado las mismas familias politiqueras de los dos partidos tradicionales (Liberal y Conservador), ahora último con pequeños lapsos y oportunidades a la Izquierda, particularmente en la capital del país, experiencias que han sido un fiasco y de mayores descalabros a los de derecha. Que quienes siempre han ostentado el poder político, lo han hecho aplicando toda clase de artimañas politiqueras, con las que desdibujan las buenas prácticas políticas, al habituarse deliberadamente en la politiquería, instancia en la que se dedican a realizar abiertos comportamientos y actos de tráfico de influencias, nepotismo, clientelismo y corrupción.

Que el Sistema de Capitalismo Salvaje dentro de la supuesta Democracia Participativa, mediante el desarrollo del también conjetural y contradictorio Estado de Derecho, en el que se dice ha vivido y participado el pueblo colombiano no es cierto. Que con dicha y antípoda quimera, de forma perenne y adversa los gobernantes han contribuido y conducido al pueblo de las grandes mayorías de modo errado al estado de postración y pobreza en el que actualmente se encuentra Colombia. Que hasta el día de hoy no hay una mínima respuesta asertiva con capacidad de frenar o parar, mucho menos que le ponga punto final al permanente problema de Pobreza Extrema e Inseguridad al que han condenado a los colombianos; por el contrario se acelera el crecimiento de la horrenda crisis en lo Económico, Social y en Inseguridad.

Que nuestra petulante y mentirosa clase dirigente de hoy y del pasado (algunos pestilentes), nunca en ningún momento ha tenido la entereza ni el carácter y mucho menos el decoro, de reconocer la situación deficitaria a la que ellos mismos con sus infames formas anquilosadas, atrasadas y vetustas de gobernar a nuestro país, han empujado al abismo de insatisfacciones y deterioros en sus necesidades a las mayorías, sin que estás últimas hayan puesto la más leve oposición, ni hayan hecho el más minúsculo reclamo, dando la sensación de sentirse cómodas y placidas con la lamentable situación socio-económica a la que son llevados y sometidas de manera fácil, proyectada y planeada por las insignificantes minorías que nos gobiernan, con auspicio y de cierto modo anuencia de las mismas mayorías, cuando sin anteponer condiciones los vuelven a elegir y reelegir.

Que ha llegado el momento de no admitir por ninguna razón del mundo, ni por un instante más la situación de crisis humanitaria en la que han vivido, permanecido por siempre las inmensas mayorías en Colombia, al ser llevadas por todos los gobiernos indistintamente (del presente y del pasado). Que al entrar el pueblo de las inmensas mayorías a un estadio de sensatez y consecuencia, sabemos todos que debemos y estamos obligados a participar en la NOVEDOSA REVOLUCIÓN, debiendo de emprenderla de inmediato y sin deliberada pérdida de tiempo.

Si se habla de una Revolución Moderna a lo colombiano, estemos seguros que genera toda clase de alarma en los especuladores, por tanto los análisis y valoraciones son hechos por los mismos de manera sesgada y con intenciones malévolas, utilizando y valiéndose de las únicas tendencias de pensamiento político-filosófico existentes (derecha, izquierda y supuestos centros).

Luego entonces existe la necesidad de adelantarnos a los acontecimientos y permanecer enterados de que con toda certeza expondrán toda clase de argumentos, ideas e inclinaciones hacia concepciones malintencionadas, en donde los amigos y defensores de statu-quo, buscan y procuran a como dé lugar y al costo que sea, mantener las cosas tal y como están, equidistante a lo que ocurre hoy y en el pasado.

De lo señalado se sintetiza, que las mayorías deben estar preparadas, para que así existan muchos opositores al cambio, dicha Evolución equidistante a Revolución, debe de iniciarse urgentemente con Participación Masiva Ciudadana (mayorías en pleno), sin permitir por nada del mundo se sigan entrometiendo los politiqueros de oficio, ya que a la fecha siempre han logrado su objetivo, sacando a toda hora mayores dividendos en su favor, imponiendo el bien particular, individualista y personalista, de manera adversa sobre el general y común, como debe ser y lo estatuye la Constitución y las Leyes dentro de la cacareada Democracia y Estado Social de Derecho, que se dice vivimos y participamos en Colombia.

LA REVOLUCIÓN a la que se invita, es a realizar Buenas Practicas Políticas, a que ayudemos y participemos en la creación y constitución de un nuevo y verdadero Bloque Político de las Mayorías y para las Mayorías, que profese y practique como ideología el Novedoso Pensamiento del RSH (Realismo Social Humanitario), en búsqueda del CSH (Capitalismo Social Humanitario), de ahí que se deban aunar y sumar esfuerzos, ayudando a que todos los integrantes del pueblo del común (Mayorías) tomemos consciencia y seamos sensatos y consecuentes con lo que nos ocurre, procurando al máximo posible no permitir se vuelva a cometer el garrafal error de seguir votando por los mismos de siempre, o incurrir en otra falla más letal, votar por candidatos que profesen el populismo barato, pues muy pronto los descalabros serán iguales, incluso de peores y superiores consecuencias, verbigracia lo que ocurre en Venezuela.

Para luego de creado y establecido el Gran Bloque Político del pueblo, esos 17 millones de colombianos abstencionistas de las pasadas elecciones, equivalente a la gente joven, a estudiantes, indignados, los intelectuales, a los del voto en blanco, a la gente sensata y consecuente con su propia existencia, como también aquellos que quieren y luchan por mejorar su calidad de vida, y en general las clases media y pobre que conforman las grandes mayorías, para que participemos y ejerzamos la actividad del voto de forma libre y masiva por candidatos y el Bloque político propio, sin que por ningún motivo nos dejemos sonsacar y menos engañar por los infaustos eternos intermediarios del mercado negro de la política (la politiquería).

Pongámosle entre todos, freno y punto final a la politiquería de toda la vida, recordando que sí ella concurre, es porque existimos los ingenuos y pendejos de las mayorías que permitimos se juegue con nuestra propia existencia, futuro y destino, ya que durante toda la vida le hemos seguido y permitido el nocivo juego a los politiqueros, consintiéndoles mediante las constantes triquiñuelas asirse del poder a como dé lugar, sin que por ninguna parte nadie de las Mayorías se oponga o haga resistencia, observando más bien al pueblo cortejando, chupándole grueso o arrodillándose ante semejantes y perversos ganadores.

Los politiqueros de antaño tomaron como costumbre y tradición, emplear las maquinarias para hacerse elegir y reelegir por las veces que estimen conveniente, en estos momentos y por siempre, lo menos que interesa son los programas de campaña y de gobierno, por tanto se amoldaron a que pueden incumplirlos y no les ocurre nada, al contrario cuando son evidentes los fracasos, sus jefes, primero de debate y de campaña, luego de gobierno, los envían a cargos diplomáticos para esconderlos y reencaucharlos para una próxima contienda, emitiendo un perverso mensaje de que en lo público todo es posible y sí pertenece a determinado abolengo y clase social, el puesto público lo tienen y está asegurado, así no cumplan requisitos y exigencias mínimas.

Nuestra Insurrección, debemos dirigirla hacia un cambio extremo en la forma de hacer y practicar la política, sin volver nunca a dejarnos sobornar ni comprar con insignificantes cantidades de dinero, no aceptando cargos de tercera o cuarta categoría, menos becas y posibilidades de estudio, por tanto el mismo Estado y sus Gobiernos están obligados a brindar tal beneficio, sin que se requieran reivindicaciones para tal evento, al menos de esa manera lo contempla el actuar diáfano y correcto de las autoridades, demandado por nuestra constitución y la Ley.

Sirva de referente que en la REVOLUCIÓN de las Mayorías soportada en su Seguridad Integral, equidista a cobijar y reagrupar todas las áreas de la Interacción Social Humana (todas las necesidades), decisión y fase que desde luego accede a actualizar y Modernizar la Seguridad como ciencia del saber científico, acontecimiento que permite en paralelo acercarle a la rigurosidad y carácter de Disciplina Dinámica, Moderna, Exacta y Compleja, al aplicarle con suma intensidad los más recientes adelantos de la Informática, de allí que se pueda considerar como la REVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD CIENTÍFICA E INTEGRAL (CIBERNÉTICA), en tanto que en Tiempo Real accede a que las Inmensas Mayorías del país pasen por fin a la fase de Progreso y Desarrollo Sostenible, al hacerse una verdadera Inclusión en lo Económico.

El RSH hacia el CSH: Revolución desde la derecha y con rumbo hacia la derecha, que inicia con un MCV inmediato y que da paso seguro al Progreso y Desarrollo de todo el pueblo colombiano.

CORONEL ® ANTONIO JOSÉ ARDILA TORRES                                                                                                  CONSULTOR EN ALTOS ESTUDIO DE SEGURIDAD INTEGRAL